Batalla Interior

El silencio es la manifestación de la propia consciencia en su forma más pura

Batalla Interior

Ya son las 22 horas. ¡El día pasó muy rápido! Y ahora me siento insensible.

Tengo la costumbre de hacer planes todos los días cuando me despierto. Hoy, cuando abrí los ojos, estaba lleno de energía y estaba seguro de que elegiría los mejores rumbos, comería alimentos saludables, haría ejercicio, tendría momentos de placer y podría trabajar de manera concentrada.

Pero ahora son las 22 horas y comí demasiado, fui improductivo, no hice nada genial y, aún así, estoy muy cansado.

Reflexiono por un momento y me doy cuenta de que los días como hoy se repiten muchas veces, y esto me fastidia profundamente. Es como si el día no hubiera existido, como si no hubiera estado presente todo este tiempo.

Me gustaría dejar de lado esta inquietud y relajarme. Después de todo, mañana finalmente podré poner las cosas en orden.

Sin embargo, a pesar de querer estar en paz, me ataca una mezcla de desilusión e indignación hacia mí mismo. ¿Cómo puedo no hacer lo que había planeado tan claramente?

Entonces, me di cuenta de que había una batalla en mí. Una batalla de innumerables deseos y pensamientos conflictivos entre sí, que siguen exigiendo mi atención en todo momento.

Me gustaría concentrarme en el trabajo, pero pronto me distraen los recuerdos de experiencias placenteras que me vienen a la mente y empiezo a pensar lo agradable que sería leer un libro. Y, al final, termino no trabajando bien ni leyendo el libro. Es decir, no hago una cosa ni la otra porque estoy dividido entre dos intereses distintos.

Este conflicto provoca una gran pérdida de energía y siempre me agota, incluso cuando no puedo realizar las actividades que debían realizarse.

Una vez un amigo me dijo que «sabiduría es no malgastar energía» y esa frase comienza a martillear en mi cabeza.

Al reflexionar sobre el tema, llegué a la conclusión de que no hay pérdida de energía si dedico todos mis pensamientos y sentimientos a lo que estoy haciendo. Por lo tanto, la sabiduría es un estado de consciencia en el que nuestros pensamientos y sentimientos acompañan nuestras acciones. Cuando el pensamiento, el sentimiento y la acción están en armonía, ¡toda la energía está presente!

Aunque llegué a esa conclusión, que pareció lógica, todavía había un gran problema por resolver: ¿cómo equilibrar el pensamiento, el sentimiento y la acción?

Antes de encontrar una respuesta, comencé por repasar mi día y veo cuán poca atención presté, a mis actividades. En ningún momento estuve completamente presente. De hecho, viví de forma automática, repetitiva, haciendo cosas por obligación o hábito. Por lo tanto, mi consciencia compartió su atención con los innumerables pensamientos y sentimientos que se manifestaron en mi cabeza cada segundo.

¡Esto no es vivir! Es como ser un personaje de esos sueños donde no decidimos qué hacemos o qué sucederá. Así es como me veo ahora: un espectador de mi propia vida.

Todo esto me causó un gran asombro hacia mi propia realidad.

Sin embargo, además de percibir todo este caos, reconocí un espacio de calma, un silencio sutil que me permite ver las cosas más claramente. Es como el ojo del huracán, donde hay un núcleo de tranquilidad en medio de la tormenta. Es precisamente en este aspecto de mi propio ser donde me puedo cuestionar. Todo lo demás es movimiento y ruido. En este silencio, encontré una fuente inagotable de energía y un punto de apoyo para mantener una atención clara y viva.

Este silencio está presente en todo momento y en todas las cosas. En contacto con él, la vida fluye sin conflictos, automatismos o limitaciones. El silencio es la manifestación de la propia consciencia en su forma más pura, sin condicionamientos, miedos o pretensiones. En base a esta consciencia, todos los pensamientos, sentimientos y acciones encuentran un núcleo y se reorientan a partir de él.

Por un breve momento estoy en paz y la batalla interna cesa. Los problemas, ansiedades y preocupaciones que parecían ser cuestiones fundamentales y urgentes adquieren un papel secundario.

Ahora son las 22:01 y al ver esta posibilidad real de reequilibrar la consciencia y la vida, mi corazón se siente cálido y esperanzado.

 

 

 

 

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Fecha: febrero 25, 2020
Autor: Grupo de autores Logon

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