Sigue la corriente

Cuando nos sucede algo que nos toca profundamente, rara vez tenemos ese pensamiento iluminador de que cada evento lleva consigo un “regalo”.

Sigue la corriente

Nuestra vida está determinada por la actividad continua. La cultura y la mentalidad en las que está inmersa nuestra consciencia nos impulsan a perseguir metas personales, alcanzar el éxito y diseñar planes audaces. Nuestras acciones suelen ir acompañadas por la presión social y nuestra propia ambición interna, así como del miedo al fracaso y sus consecuencias, lo que favorece la manifestación de emociones cuando algo sale mal. Estas emociones son una manifestación de “resistencia”.

¿Qué resistencia?

De hecho, toda la vida dialéctica se basa en la resistencia. Cuando nos pasa algo «malo» en nuestras vidas, siempre nos resistimos, nos mantenemos al margen, no lo aceptamos y ni siquiera estamos de acuerdo con lo que ya no se puede cambiar. Si nos pasa algo que nos toca profundamente, podemos pensarlo durante días e imaginar otras alternativas a esta situación. A menudo también nos preguntamos: «¿Tenía que suceder?» «Si me hubiera comportado de manera diferente, ¿habría evitado esta situación?», etc. Mientras tanto, rara vez tenemos ese pensamiento iluminador de que cada evento lleva consigo un “regalo”. Este regalo a menudo pasa desapercibido porque es ahogado por nuestra resistencia. A menudo, solo después de que ha pasado un tiempo, resulta que el evento tuvo un profundo significado transformador, o que ocurrió para llamar nuestra atención sobre algo que está enfermo en nuestras vidas.

El hombre, con sus sentidos limitados, no percibe la imagen completa de la realidad, sino solo un fragmento de ella. En la acción, rara vez es guiado por una voz espiritual interna, sino por la voluntad de su ego.

Privado de comunicación con el Poder Superior, que brinda seguridad, rápidamente cae en el miedo y la duda. Cuando algo sale mal, reacciona con rabia, rebeldía, frustración, amargura, etc., y cada una de estas reacciones es una semilla de los siguientes fracasos, porque la energía que enviamos vuelve a nosotros multiplicada. Como dice la Biblia, «Lo que el hombre siembra, eso también segará» (Gálatas 6: 7-8).

Sin embargo, si en un momento difícil incluyéramos dos elementos mágicos necesarios, que son confianza y gratitud a la Sabiduría Superior que guía nuestras vidas, después de algún tiempo nos daríamos cuenta de que esta actitud tuvo un profundo poder transformador y que, bajo su influencia, nos convertimos en personas completamente diferentes. La realidad que nos rodea también cambiaría drásticamente.

¿Cómo es esto posible? Bueno, poner el timón en manos de la Fuerza Interior Divina nos cambia: de vivir de acuerdo con la vieja naturaleza egocéntrica a la vida en la que participábamos antes de caer en la materia.

Confiar en la Fuerza Divina en nosotros, es decir, aplicar las palabras claves: «Hágase tu voluntad, no la mía”, es una renuncia a la lucha y la resistencia, ¡es el evento más transformador que una persona pueda imaginar! Como ya se mencionó, es esencial incorporar dos elementos transformadores: confianza ilimitada y gratitud. Estos dos elementos alquímicos provocan una transformación completa de los éteres con los que nos alimentamos y cambian nuestros pensamientos hacia otras direcciones.

Una analogía perfecta de esta situación sería un río en el que un hombre, en una canoa, navega contra la corriente, lo que le obliga a usar vigorosamente el remo. Este ejemplo ilustra perfectamente nuestra resistencia y lucha, que nos impiden vivir en armonía divina. Sin embargo, cuando activamos los dos elementos mágicos alquímicos antes mencionados, podremos bajar los remos y usarlos solo cuando sea necesario corregir el rumbo, de acuerdo con la navegación interna.

Necesitamos actuar de acuerdo con lo que dicta nuestra voz interior. Nuestras intenciones deben ser puras, enfocadas a servir a Dios de la mejor manera posible. ¡Escuchando el corazón y siguiendo el fluir del río, viviremos según la Voluntad de Dios!

¡Por supuesto, este río no siempre estará tranquilo! En ocaciones será accidentado y surgirán diversos obstáculos, troncos, piedras que sobresalen, ramas, etc. A veces los golpearemos porque nuestra capacidad para leer interiormente el «mapa dibujado por Dios» o el «itinerario» aún no es perfecta.

Sin embargo, cuando en esos momentos mostramos confianza y gratitud, veremos que estos son solo señales en el camino, «que nos empujan” para nuestro bien, y llaman nuestra atención sobre algún detalle importante que requiere corrección de nuestra parte. Nuestro barco seguirá avanzando y, eventualmente, todos los obstáculos desaparecerán y navegaremos hacia aguas amplias y tranquilas.

Así es como funciona. Con toda razón, las enseñanzas espirituales hablan tanto sobre la no-acción o wu-wei. Ello no se trata de rendición total, sumisión e indiferencia. Se trata de observarse cuidadosamente a uno mismo, observar la vida y, a través del contacto con nuestro ser interior, leer intuitivamente la Voluntad de Dios. Dios habla en nosotros, se comunica a través de señales y situaciones simbólicas que pone en nuestro camino. Así nos conduce al Bien supremo.

Sin embargo, todavía hay mucho miedo, desconfianza y resistencia en nosotros, que es el resultado de situaciones traumáticas pasadas. No somos conscientes del hecho de que el sufrimiento que hemos experimentado en el pasado se debió a nuestra ignorancia, a nuestra violación de las leyes de Dios, a nuestro egocentrismo.

Las “semillas” que sembramos produjeron una “cosecha” que tuvimos que recolectar. Sin embargo, cuando confiamos en Dios, cuando estamos en contacto con nuestro propio corazón y no exhibimos resistencia emocional, verbal o física, sembraremos semillas de confianza, gratitud, amor y luz. Y lo que sembremos, cosecharemos.

De esta manera, nuestro camino se enderezará, las aguas turbulentas se aquietarán y navegaremos en las amplias aguas de un mundo completamente diferente y luminoso.

 

Print Friendly, PDF & Email

Compartir este artículo

Publicar información

Fecha: febrero 6, 2019
Autor: Tomasz Ćwiek (Poland)

Imagen destacada:

Relacionado: