Los impulsos espirituales nos llevan a la crisis, a una crisis existencial. No puede ser de otra manera porque el otrora intacto campo del alma ha desaparecido en gran medida.
Como promedio, reequilibramos nuestro sistema vital doce veces por minuto. Exhalamos ácido carbónico, inhalamos oxígeno. Si esto va bien, podemos vivir la vida. Si ya no logramos que entre oxígeno...
La vida es siempre un viaje hacia uno mismo. Es una aventura porque siempre nos confronta con lo inesperado, lo desconocido y, a menudo, lo indeseable; desafíos que al final solo podemos superar...
Estamos creando un desequilibrio flagrante en todo el campo de vida planetario, que solo puede ser compensado por grandes transformaciones y desastres globales....