Para que una persona se transforme en un ser en armonía con el plan original de Dios, debe volverse absolutamente silencioso en su corazón, mente y acciones.
El alma del hombre recibió dos manos: la izquierda debía extenderse arriba hacia el Espíritu, y la derecha, mantenida hacia abajo, debía bendecir la tierra.
Para que una persona se transforme en un ser en armonía con el plan original de Dios, debe volverse absolutamente silencioso en su corazón, mente y acciones....
El alma del hombre recibió dos manos: la izquierda debía extenderse arriba hacia el Espíritu, y la derecha, mantenida hacia abajo, debía bendecir la tierra....